Por José Royo
Escribí este artículo en 1999 pero no llegó a publicarse en Internet pues todavía estaba en sus inicios, así que quedó en parte inacabado y en parte olvidado hasta que, recientemente, ordenando mis archivos apareció ante mi vista. Pese a que han pasado bastantes años, decidí compartirlo por su singularidad y también porque abre una reflexión sobre la astrología aplicada a la psicología animal y, muy en particularmente, a nuestros animales de compañía. Eso sí, necesitaremos los datos de nacimiento para levantar sus cartas astrales, lo cual no siempre es fácil…
Por otro lado, nuestras observaciones astrológicas estarán condicionadas por la inteligencia y particularidades de cada especie, pues no será lo mismo observar el carácter de nuestro perro o gato que intentar entender el los paseos de un pez dentro de su acuario. Igualmente puede haber animales inteligentes no-domésticos que por su peligrosidad, hábitat o costumbres sean difíciles de observar de cerca, y todavía más difícil saber su día y hora de nacimiento, salvo que hayan nacido en cautividad, como es el caso que se expone a continuación…
La propuesta
Ángela llegó puntual a la cita con el grupo de investigación astrológica de los jueves. Por su mirada adiviné que me quería explicar algo y así fue... Habían nacido dos gorilitas hembra en el zoológico de Barcelona y el equipo directivo del zoo le había pedido su ayuda como primatóloga, para el proceso de adaptación e integración de las pequeñas al grupo de gorilas adulto. Las gorilitas, que habían nacido de madres diferentes, les pusieron los nombres de Nimba y Batanga y eran nietas del famoso gorila albino Copito de Nieve que durante años fue el principal reclamo del zoo de Barcelona.
Ángela había sido durante diez años psicóloga en ese zoológico, era experta en el comportamiento de primates y se había especializado en el estudio de las pautas conductuales de los gorilas de montaña. Llevada por este interés y por su espíritu aventurero, había realizado investigaciones de campo en la zona de los volcanes de Virunga, entre Uganda y Ruanda, donde se encontraba la zoóloga Dian Fossey, encarnada y popularizada por la actriz Sigourney Weaver en la película Gorilas en la niebla.
Aunque otras actividades laborales habían alejado a Ángela del trabajo con primates, estaba ilusionada de poder volver a establecer una relación con estos peludos y entrañables seres. Además, sabiendo las posibilidades que ofrecía la carta astral como instrumento de investigación conductual, había pensado incorporar la astrología en sus observaciones. A mi me pareció una idea excelente, y Ángela aprovechó enseguida mi entusiasmo sagitariano para proponerme que la ayudase en sus observaciones astrológicas de las pequeñas gorilas, a lo que accedí encantado.
La experiencia
El primero de nuestros contactos con Nimba y Batanga fue en Julio de 1999, cuando acababan de cumplir seis meses de edad. Teníamos un permiso especial de la dirección del zoológico que nos convertía en unas de las pocas personas privilegiadas para un contacto directo con las bebé gorila.
Nimba y Batanga habían nacido con ocho días de diferencia y ambas con el Sol en el signo de Acuario, pero mientras Nimba tenía su Ascendente en Libra y la Luna en Leo, Batanga tenía el Ascendente en Escorpio en conjunción exacta con la Luna en este mismo signo. Como Nimba y Batanga habían nacido con pocos días de diferencia, tenían la mayoría de planetas en los mismos signos y dada la similitud de sus cartas decidimos centrarnos en los ascendentes y las lunas por ser los factores relevantes en esta fase de su desarrollo.
Al llegar nos sentamos en un rincón del recinto (con las cartas astrales a mano) y nos dispusimos a observarlas. Tras nuestra entrada Nimba y Batanga se fueron al rincón opuesto, pero poco a poco se fueron acercando...
Si duda la más atrevida era Nimba que se paseaba por delante de nosotros en parte curiosa y en parte como exhibiéndose, como queriendo establecer una relación, lo cual encajaba con su Ascendente Libra y Luna en Leo. Mientras que Batanga se mantenía a distancia recelosa observando alternativamente a nosotros y a Nimba, controlando la situación, como correspondía a su Ascendente conjunto a la Luna en Escorpio.
Pasado un tiempo, Nimba empezó a mostrarse muy interesada en las cartas astrales plastificadas que tenía junto a mí e intentaba arrebatármelas y estrujarlas con sus manos. Batanga seguía algo recelosa, pero al ver que Nimba acababa enganchándose a mi camisa y tirándome de la barba, se animó a seguir el ejemplo de su amiga y pronto me convertí en un “objeto idóneo” para trepar. Mientras tanto Ángela iba tomando notas, divertida con el espectáculo.
En una segunda visita pudimos corroborar nuestras observaciones iniciales sobre las conductas de Nimba y Batanga, que Ángela transmitió al equipo del zoo la información. Éramos conscientes de que nuestra aportación era limitada y nuestras conclusiones provisionales, pero ciertos señalamientos podrían ser de utilidad en el proceso adaptativo de las pequeñas al grupo de gorilas adultos. Cabe señalar que, en sintonía con la creciente sensibilidad animalista, el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado recientemente, la prohibición de reproducción en el zoo de especies que no puedan ser liberadas en la naturaleza…
La experiencia con Nimba y Batanga parecía confirmar lo observado con humanos. Y es que en los primeros años de vida el signo ascendente suele ser más visible y activo que el signo solar. Esto tiene sentido si consideramos que el signo ascendente representa cómo iniciamos las cosas y cómo nos abrimos camino, mientras que el signo solar representa cualidades que vamos desarrollando de forma más interna y progresiva, y va tomando protagonismo conforme maduramos. En cuanto a la Luna señala nuestras reacciones instintivas que son más evidentes durante la primera infancia, lo que, no cabe duda, es un factor relevante en la conducta instintiva animal.
Las relaciones que establecemos con nuestros animales de compañía pueden ser muy profundas y emotivas para ambas partes. Al fin y al cabo, se trata de relaciones entre seres vivos con sentimientos que generan fuertes vínculos. Y si disponemos de sus cartas astrales, es probable que podamos entender mejor su carácter innato, así como ciertas reacciones y necesidades diferenciadas. Y en nuestra relación con ellos, quizás también descubramos algo de nosotros mismos...
© José Royo
Girona, 2019